miércoles, marzo 22, 2006

Princesa Mononoke .... pensamientos de la mente y el alma

Suerte tiene el humano
o no que cuenta con la amistad de
un ser especial pues será este
el que reconocerá tanto el valor
y como la presencia en aquellos
momentos en que más se necesitan.


Afortunado el ser que recibe

un regalo desde lo más profundo del
alma del que te quiere y por el
que retas a la propia muerte.


Dos almas unidas, lado a lado,

en pro del bosque y de sus habitantes
que moran sometidos al empuje
del desarrollo cegado por la riqueza
y el poder.


Pobre humano el que avanza

ciego por el tiempo pues no ves el
futuro que creas espejo del alma
ennegrecida por una prosperidad
mal entendida.

(texto extraído de aquí)

2 comentarios:

;* dijo...

gua

que bello


hhhhh...

Anónimo dijo...

Hola Ewo, me gustó mucho tu blog y la música está de pelos, un saludo gigante y estas palabras, del principito, pondría todo el libro, es tan bello.. :-)

-Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sól. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.

El zorro se calló y miró un buen rato al principito:

-Por favor... domestícame -le dijo.
-Bien quisiera -le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas.

-Sólo se conocen bien las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no fienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!
-¿Qué debo hacer? -preguntó el príncipito.
-Debes tener mucha paciencia -respondió el zorro-. Te sentarás al principio ún poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
El principito volvió al día siguiente.

-Hubiera sido mejor -dijo el zorro- que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la feliçidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunça sabré cuándo preparar mi corazón...

Claudia (chika).
Un abrazo fuerte a la Cata y la Leti.
Con mucho cariño ..