A Roma partió sin avisar,
sola ella va y ni llama al pasado en su andar...
llama ardiente de sus labios,
la vió partir sin nada en sus manos.
Consúmanos la pasión
naturaleza nuestra,
ella solo ve en sus sombras
lo que nunca vió en su reflejo.
Viejo me siento al esperar,
y mirar y sonreir sin lugar,
subo a la montaña del olvido,
mas mi cuerpo me cansa porque te has ido.
Abra sosteniendo sus nubes mi cielo.
Abra sospechando ente las estrellas mi luna.
Sol olvidando la oscuridad de su pasado
Sol oyendo el fulgor de sus rayos a tu lado.
domingo, febrero 03, 2008
Four two Nine... at all...
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